12 meses y 12 retos para mejorar nuestro Planeta Tierra. Estamos contando ya los días para decir adiós a este 2022, y en esta época todos hacemos examen de conciencia sobre lo que nos gustaría mejorar en el nuevo año que entra, ¿verdad? En Insece también lo hacemos. Queremos seguir apostando por los valores que guían nuestra actuación cada día, nuestra forma de trabajar. Y nos encantaría extender y compartir dichos valores contigo, para que entre todos podamos cuidar nuestro planeta.

En cada paso que damos pensamos en vosotros, las personas; en nuestro compromiso social con y para nuestro entorno natural, social y cultural; en conseguir la eficiencia y la sostenibilidad, pues tal y como afirma la propia ONU, “no hay planeta B”.

Os proponemos un reto: vamos a fijarnos, entre todos, qué compromisos podemos adquirir para cada uno de los doce meses del próximo 2023. Cada uno de nosotros, en nuestros hogares, aportando nuestro granito de arena, conseguiremos crear una montaña de cambio. ¿Te animas? ¡Ahí van!

Pequeñas grandes acciones que cambian el mundo Vamos a lanzar esos pequeños gestos que podemos ir adquiriendo como rutinas, llegando a convertirlas en nuestros hábitos diarios. Cosas sencillas que harán mucho por nuestro ecosistema.

  1. Enero: Ahorramos energía. Ya sabemos que en estos meses de invierno nuestras facturas de la luz se disparan: menos horas de sol, más frío, las fiestas navideñas… ¿Qué podemos hacer para enfrentar la cuesta de enero? Aprovechemos al máximo las horas de luz natural, mantengamos la calefacción a una temperatura óptima (entre 19 y 21 grados), desconectemos los aparatos eléctricos cuando no los utilicemos, no abrir en exceso la nevera, poner lavadoras cuando tengamos la carga completa, apostar por las energías renovables (placas solares, por ejemplo), cambiar a bombillas LED, etc.
  2. Febrero: Ahorramos agua. Uno de nuestros bienes más preciados y uno de los que más desperdiciamos a diario. Vamos a no dejar el grifo abierto mientras lavamos los platos. Cambiemos una ducha por un baño rápido. Tiremos de la cadena cuando sea necesario.
  3. Marzo: Apostamos por un medio de transporte sostenible. Piénsalo: ¿realmente necesitabas coger el coche en esa ocasión? Vamos a cambiar el uso de nuestro automóvil por una bicicleta o por un paseo. Elijamos el transporte público siempre que podamos hacerlo. De esta manera estaremos emitiendo menos CO2 a la atmósfera y, además, nos mantendremos más activos y saludables. Todo ventajas, ¿verdad?
  4. Abril: Disminuyamos nuestros desperdicios. Vamos a pensar dos veces antes de tirar algo a la basura. ¿Podemos reutilizarlo? ¡Hagámoslo! ¿Sabías que las botellas de plástico pueden tardar entre 100 y 500 años en degradarse completamente? Agotemos totalmente su vida útil antes de meterlos en el contenedor. Además, ¿y si probamos a hacer una compra más consciente, reduciendo los artículos que contengan materiales como plástico o aluminio?
  5. Mayo: Reciclemos, sí, una vez más. Nuestro medio ambiente necesita que separes tu basura. Si reducimos ya el consumo, si reutilizamos, ahora nos queda saber reciclar. Utilicemos contenedores separados en casa y animémonos a comprar productos reciclados. Reduciremos así la contaminación de nuestros suelos, nuestros mares y del aire que respiramos.
  6. Junio: Dona. Sigamos manteniendo el ciclo de reciclaje y extendámoslo a otras áreas de nuestro hogar. Donemos los juguetes y la ropa que ya no utilizamos, podemos adquirir decoración de mercadillos de segunda mano, poner a la venta nuestros artículos.
  7. Julio: ¿Qué comemos? Somos el reflejo de los alimentos que ingerimos. Y podemos lograr una gran diferencia si adquirimos productos ecológicos. Las frutas y verduras ecológicas no llevan los fertilizantes y pesticidas derivados del petróleo que tanto daño hacen a nuestro planeta.
  8. Agosto: Comercio local. Apostemos por los productos de los comercios que tenemos a nuestro alcance. Apoyamos la economía de nuestra región y, además, reducimos el consumo de transporte.
  9. Septiembre: ¿Qué ropa utilizas? No nos planteamos con qué tejidos están hechas las prendas que llevamos puestas a diario. Pero hay muchísimas opciones que están elaboradas con algodón orgánico en lugar de los materiales derivados del petróleo. Otro pequeño gesto que hace mucho es el de llevar siempre contigo bolsas de tela, y dejar de ir al mercado a cargar con bolsas de plástico.
  10. Octubre: Productos de belleza. También podemos adquirir aquellos que sean elaborados con ingredientes naturales. Hoy en día es muy fácil encontrar champús, jabones, maquillajes, cremas para el cuerpo, etc, que sean orgánicos.
  11. Noviembre: No a los detergentes industriales. Tenemos al alcance de la mano muchos productos naturales que no contienen los químicos que son tan dañinos para el planeta. El jabón puro, el vinagre en lugar de disolventes tóxicos, el bicarbonato sódico… ¡Es fácil!
  12. Diciembre: También en la calle. No sólo hay que ser limpios en nuestras casas, sino también en nuestras calles. Olvidémonos de tirar basura al suelo, a las alcantarillas. Mantengamos limpio todo lo que nos rodea.

Hay muchas pequeñas cosas que podemos ir cambiando en nuestro día a día y que podríamos estar añadiendo mes a mes. ¿Y si en lugar de cargar con una botella de agua de plástico la cambias por una de vidrio que te acompañe a tu lugar de trabajo o a tu gimnasio? Como puedes ver, cualquier pequeño cambio puede suponer una gran diferencia. Seguro que has escuchado alguna vez aquello de “mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo”. Te animamos a que te comprometas este 2023 y que, entre todos, hagamos de nuestra Madre Tierra un lugar mejor en el que vivir, un legado mejor que dejar a los que vienen detrás.