
Cinco trucos para ahorrar energía este verano son suficientes, en muchos casos, para notar una bajada en la factura de la luz, por ejemplo; o, como mínimo, para que ésta no ascienda demasiado.
Y es que no debemos pensar que es en el invierno cuando la energía que se consume es mayor (quizá por la idea de asociarla, únicamente, a la calefacción y agua caliente, o por ligarla a estar más tiempo en el domicilio), sino que debemos de entender que todas las estaciones del año tienen que llevar consigo una serie de actuaciones que nos permitan aumentar el ahorro o no disparar el consumo de energía.
Según la Agencia Internacional de la Energía y la Comisión Europea (AIE) unas pocas medidas que se implementaran en los hogares, no más de 10, supondrían un ahorro importante de petróleo y gas al año, así como una reducción de las facturas para los clientes de más de 400 euros. Medidas que, como ya hemos comentado anteriormente, no están ligadas a una estación, unos meses o unas circunstancias familiares/personales, sino que pueden ponerse en práctica por todos los ciudadanos atendiendo a una corresponsabilidad con el planeta y, por supuesto, por un beneficio directo del usuario.
Gas ruso
También es fundamental resaltar que no todas las acciones que llevan ligadas unas variaciones en las cuentas finales de los ciudadanos tienen relación directa con sus pautas de consumo, sus modelos de ahorro, su localización, situación o planes de precios personales; sino que en otras ocasiones hay circunstancias externas que condicionan el precio y, por lo tanto, posibilitan o no que se pueda llegar a ese ahorro que siempre se busca.

Por ejemplo, situémonos en el conflicto internacional actual entre Ucrania y Rusia, y centremos la atención, en este caso, en el suministro de gas por parte de Rusia: su corte provocaría una serie de circunstancias que afectarían a los bolsillos de los consumidores y que no serían controlables. En este sentido, este mismo jueves, 14 de julio, Teresa Ribera, ministra de Transición Ecológica, se reúne con las compañías energéticas para trazar un plan de actuación, por si se dieran tales circunstancias; como aparece recogida en una información publicada en la web de Onda Cero. (Leer artículo completo de ‘España se prepara para un posible corte de gas ruso’.
No obstante, pese a que hay factores incontrolables para el consumidor, otros sí que dependen de ellos directamente y un cambio de hábitos, costumbres y utilización de la energía permitiría que la factura no superase demasiado lo previsto en estos meses.
Y es que cuando los mercurios rozan máximos y alertan de olas de calor, igual que cuando en invierno aprieta el frío y nos enfrentamos a temperaturas mínimas, es necesario prestar especial atención a los domicilios y como, por ejemplo, mantenemos la temperatura de los interiores sin cambios, permitiendo que las estancias se mantengan constantes y sin demasiada ayuda de calefacciones y aires acondicionados.
Trucos para ahorrar energía en verano
Lo primero que debemos buscar es el objetivo a cumplir, que en el caso del verano es enfriar la casa, o impedir que coja altas temperaturas. ¿Cómo lo conseguimos?
- Aprovechando al máximo la luz natural. Los días son más largos y, por lo tanto, disponemos de más horas de luz solar, lo que permite que la artificial tenga que utilizarse mucho menos tiempo. En este punto se puede, además de reducir las horas de consumo, cambiar el tipo de bombilla que se utilice y apostar por bombillas que conlleven una reducción del gasto energético, por ejemplo, con la instalación de bombillas LED;
- Evitar el desperdicio de agua y mantener, el máximo tiempo posible, las puertas de frigoríficos y congeladores cerradas, para no provocar un mayor consumo de energía enfriando de nuevo los interiores después de perder el frío por pasar las puertas abiertas más del tiempo necesario;
- Bajar las persianas en las horas centrales del día, para evitar que el calor penetre en el interior de la vivienda; y apostar, además de por aires acondicionados, por los ventiladores;
- Si, por el contrario, no se quiere combinar los ventiladores con aires acondicionados y se prefiere el uso solo de estos últimos, es fundamental buscar una temperatura óptima que oscile entre los 24 y 26 grados, asegurarse de que las ventanas estén cerradas e instalar el aparato en un lugar adecuado, para que no tenga que trabajar extra porque se encuentre con temperaturas elevadas (supondría un gasto y consumo de más energía).
Así, como resumen, estos cuatro consejos se podrían poner en práctica cuando los habitantes de ese domicilio estuvieran en casa, pero: ¿podemos ahorrar, también, mientras estamos de vacaciones? Sí, es posible, desconectando los electrodomésticos que no utilicemos e instalando enchufes programables que permitan controlar el encendido y apagado sin necesidad de estar de manera presente; entre otras acciones.

Incluso, puedes apostar por las energías renovables, puesto que también es ahora el momento en el que más beneficio obtendríamos con su instalación, al ser de los meses en los que más luz solar se registra; en el caso de que la elección fuera instalar placas solares.
Infórmate de la instalación de placas solares en verano en nuestro blog: ‘Placas solares: ¿Mejor en verano?’
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