Los desastres naturales nos avisan del cambio climático. Aunque también podríamos darle la vuelta a esa afirmación y decir que el cambio climático provoca más y mayores desastres naturales. Así, es difícil determinar qué actúa como causa y efecto en esta dualidad: ¿Qué provoca qué y cómo podemos atajar el problema?

Resulta mucho más complejo marcar ese inicio, que conocer de su existencia y buscar solución, porque la evidencia del cambio climático, saber cuáles son sus consecuencias y como ponerle freno es un tema ampliamente estudiado y, recientemente, regulado por la Ley de Cambio Climático y Transición Energética de España. Además, y en esta misma línea, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) sí que advierte de la probabilidad de que se produzcan desastres naturales provocados por el cambio climático. Y éste, el IPCC, es un órgano científico y ‘el principal órgano internacional para la evaluación del cambio climático, creado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Organización Meteorológica Mundial (OMM) en 1988 para ofrecer al mundo una visión científica clara del estado actual de los conocimientos sobre el cambio climático y sus posibles repercusiones medioambientales y socioeconómicas’; según explica en su página web: https://www.ipcc.ch/

El calentamiento global

Volviendo a la ley que regula el cambio climático en España, y según repasamos en el post ‘¿Cuáles son las medidas más importantes de la Ley de Cambio Climático de España?’ (http://insece.es/ley-camcio-climatico-espana-insece/), debemos saber que las causas y consecuencias de la Ley 7/2021, de 20 de mayo, es el cambio climático y el calentamiento global de la atmósfera. Introducimos, por tanto, un nuevo elemento en la ecuación que, además, tiene mucho que ver con los desastres naturales: el calentamiento global de la atmósfera. Es decir: Más gases de efecto invernadero, más cantidad de radiación, aumento de temperatura y, consecuentemente, cambio en alguno de los patrones climáticos.

En otro orden de cosas, en un artículo publicado por Radio Televisión Española el 22 de octubre de 2020, a colación de la celebración del Día Internacional de la Lucha contra el Cambio Climático el 24 de octubre, analizaban esta misma relación entre el cambio climático y los desastres naturales (leer post completo aquí). En él, Isabel Moreno, meteoróloga, expuso algunos datos a tener en cuenta, como que actualmente se sufren olas de calor más potentes, intensas y duraderas; precipitaciones más abundantes, en zonas en las que habitualmente llueve, y mayores espacios de sequía, en las zonas más secas; más incendios forestales, por episodios de calor mayores en lugares más secos; o un aumento del nivel del mar (de los efectos más conocidos del cambio climático), entre otros; y que estos desastres naturales estaban relacionados con el calentamiento global y, por tanto, con el cambio climático.

Desarrollo sostenible

Ahora bien, conociendo del problema y sabiendo que es necesario actuar, solo cabe buscar la opción más beneficiosa para revertir (o mejorar) esa tendencia destructiva con el planeta que supone el cambio climático y el calentamiento global.

¿Y si apostamos por un desarrollo sostenible? En Insece, ‘nuestro objetivo es trabajar creando valor de manera sostenible para el progreso de la sociedad’, como explicamos en nuestra web. Estamos comprometidos con la sociedad, el planeta y el medio ambiente, y asumimos que la naturaleza no es una fuente inagotable de recursos, por lo que es necesaria su protección y su uso racional. ‘Apostamos por la eficiencia energética con el objetivo de reducir las emisiones de gases efecto invernadero y garantizar calidad de vida de las personas y generaciones futuras’.

Si necesitas más INFO sobre nuestros ejes de actuación y los pilares en los que nos basamos para fomentar una cultura eficiente y responsable de la energía, para desarrollar una movilidad baja en carbono, contribuir a la mitigación del cambio climático o apostar por la reutilización y el reciclaje siempre… ¡Sigue leyendo! ¡Confía en Insece!